Llevamos años escuchando que China se convertirá en el país más importante del planeta y lo cierto es que lleva unos años creciendo exponencialmente en industria y su moneda ya compite cara a cara con el dólar. Pero a pesar de su fama y los Juegos Olímpicos que se organizaron en 2012, pocos turistas conocen mucho más allá de la Gran Muralla. Aquí os proponemos cuatro ciudades a visitar.
Pekín
La capital China es el centro político y cultural de país. Allí encontraremos una serie de lugares de obligada visita, como son las muy conocidas Plaza de Tiananmen o la Ciudad Prohibida. Pero también es recomendable visitar el Templo del Cielo -el mayor templo de su clase que hay en toda la República China- o el Palacio de Verano. A 100 kilómetros de la ciudad también se pueden encontrar algunos de los tramos de la Gran Muralla. Eso sí, os recomendamos armaros de paciencia a la hora de conducir por el país.
Shanghai
En esta gigantesca urbe conviven más de 23 millones de personas y es una de las ciudades más modernas del mundo. Aunque esta modernidad también contrasta con edificios tradicionales y antiguos que se pueden encontrar en cuanto uno se aleja del centro de la ciudad. En el barrio The Bund se pueden encontrar grandes edificios de la antigua colonización europea y vistas al barrio The Pung, el lugar donde encontramos lo que será el futuro: enormes rascacielos de distintas estructuras, entre ellos uno de 492 metros. En la zona antigua de la ciudad podemos encontrar teterías estupendas, jardines del siglo XVI e increíbles templos.
Xián
La ciudad es considerada centro político y económico del noroeste del país y las provincias exteriores, y una de las capitales más antiguas del país. Fue la capital nacional durante más dinastías y su historia y cultura son incomparables. Aparte de los conocidos Guerreros de Xian del primer Emperador de la Dinastia Qin, también es indispensable visitar la Laguna termal de Huaqing, la Montaña Hua y la Gran Pagoda del Ganso Salvaje, construida a mediados del siglo VII.
Lhasa
La capital de la Región Autónoma del Tibet, situada en el norte la Sierra Himalaya y con un clima bastante frío. Situada a 3600 metros sobre el mar, tras la llegada lo mejor es tomarse un tiempo de relax para acostumbrarse a la altura. Es un lugar impregnado por la magia en donde conocer la cultura tibetana. Se recomienda viajar durante la época veraniega y los lugares a visitar son el Templo Jokhang y el Palacio Potala, aunque con perderse por las calles uno ya siente que ha merecido la pena viajar.