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Llega el ‘glamping’

Del mismo modo que los tiempos cambian, las formas de hacer turismo también lo hacen, y mientras hay quien apuesta por hoteles todavía más grandes con todos los caprichos que se puedan permitir, también existe otro turismo de lujo que empieza a llamar la atención: el glamping.

¿Camping?

Sí, pero no exactamente. El glamping contiene algunos de las ventajas del camping, como puede ser el entorno natural, la agradable sensación de que el clima veraniego y la brisa se filtran en la tienda o el sentimiento de libertad que suele aportar; pero a todo eso se le suma unas instalaciones lujo: tiendas más bien grandes con buenas camas, servicio propio, ducha con agua caliente y las comodidades que te suede aportar cualquier hotel. En resumidas cuentas, se podría decir que es un camping de gama alta.

Glamping y ecoturismo

Este lujo no va desmarcado del respeto a la naturaleza. En los glamping se suele ofrecer una ubicación adecuada, normalmente cercana a la playa o zonas verdes, para que el residente pueda disfrutar de relax y disfrute del entorno con actividades.

Dentro de las distintas opciones del glamping, también están las casas-árbol, o enormes caravanas que han sido habilitadas como residencias. Sin tener unas reglas fijas en cuanto a estructura, las empresas están innovando para tratar de llamar la atención con sorprendentes diseños e incontables comodidades.

Distinto glamping, distinto precio

Como en cualquier hotel, los precios varían según los complementos y el habitáculo. Existen algunos cuyo exterior es temático o asociado a una época, y otros más normales; igual que los hay sencillitos, y otros con tv plana o bañera con hidromasaje. Por 100 euros la noche se puede conseguir un alojamiento sencillo pero suficiente, de ahí para arriba, no existe techo: hay tiendas que más parecen un castillo.

Otro tipo de turismo

Habrá quien mire con desconfianza o mofa esta opción, más siendo tan novedosa. Pero mientras se sigan respetando los entornos naturales, este turismo puede crecer exponencialmente. Es ideal para los más sibaritas, aquellos que quieren disfrutar de lo mejor del camping, pero también del lujo del siglo XXI, y también para parejas que quieren tener una noche especial en un alojamiento distinto.

En España se está abriendo el mercado los últimos años, pero en distintos continentes lleva décadas utilizándose: en Estados Unidos se aprovecha la variedad de entornos y una economía turística muy potente para potenciar esta opción; y todos conocemos esas enormes tiendas de campaña en sudeste asiático; o nos suenan otras parecidas en Centroamérica. Lejos de ser algo realmente novedoso, es un turismo que se está abriendo paso en un país tan rico en naturaleza como es el nuestro.