Sicilia es la séptima isla más grande de Europa y una de las regiones de Italia con más encanto e identidad propia. Mundialmente conocida por motivos poco turísticos, la isla en realidad es un lugar de gran vistosidad y que recibe al cabo del año un gran número de visitantes. Historia, playas, buena gastronomía y gente de gran amabilidad se juntan allí para ofrecer a cualquier turista unas vacaciones inolvidables.
Su capital
Palermo es la capital de Sicilia y está ubicada al noroeste de la isla. Seguramente allí será donde lleguemos en caso de viajar en avión. Lo mejor para recorrer la isla es alquilar un vehículo e ir cambiando de alojamiento según la ruta que elijamos.
La capital es una ciudad milenaria que cuenta con destacado patrimonio arquitectónico. Fue fundada por fenicios en el s. VII a.C y por toda la ciudad se puede comprobar la huella que han dejado las distintas civilizaciones que han pasado por allí: fenicios, árabes, normandos, barrocos… Existen gran número de palacios y zonas residenciales de mucho interés.
Un lugar de indispensable visita son las Catatumbas de los Capuchinos, situadas en el monasterio del mismo nombre. En ellas se pueden ver más de ocho mil momias colocadas en hileras.
Siracusa
Aquí se pueden encontrar algunos yacimientos arqueológicos que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta bella ciudad cuenta con las ruinas del Templo de Apolo (566 a.C), la Piazza del Duomo, la Fuente de Aretusa, el Castillo Maniace. Cada civilización que pasó dejó alguna de sus grandes obras. En el importante Parque Arqueológico de Neápolis se encuentran el Anfiteatro Romano o la Oreja de Dionisio.
Las playas
En la isla se puede disfrutar de un gran número de playas muy hermosas. Viendo alguna de ellas uno no sabe si está en Italia o en el Caribe: blanca arena, agua transparente… La playa de Mondello es una de las más conocidas por combinar la características que decimos junto a la cercanía a Palermo, a veinte minutos de la ciudad. La oferta es extensa: Mortella, Lido Mazzaro, Marina di Ragusa… Todas ellas cuentan con características propias que hacen disfrutar a todos los que se acercan para descansar y disfrutar de sus caldeadas aguas.
El Etna
El volcán más activo de Europa es la huella distintiva de la isla y uno de los puntos de Italia que más visitas recibe. Su altura alcanza los 3345 metros y se puede acceder a él desde Catania. En sus laderas se practica el esquí y con telecabina se puede acceder hasta la zona cercana al cráter, donde siempre se debe ir acompañado de un guía. Si se desea visitar, lo recomendable es en primavera o verano, aunque sea un volcán, los inviernos son muy fríos en la cima.