Puestos a viajar a sitios muy particulares y con su propia identidad, Quebec puede ser un lugar al que dirigirse o de paso de lo más interesante. Esta gran provincia de Canadá está situada en el este del país y es la única zona de Norteamérica con mayoría francófona. Como es de esperar de un lugar así, no es que haya un clima demasiado cálido, pero tiene multitud de motivos por los que merece la pena ser visitado.
La impresionante naturaleza
La Cascada de Montmorency está formada por el río del mismo nombre y es un bello espectáculo natural al que acercarse. Es de las pocas cascadas naturales que está dentro de una ciudad.
Quebec capital
Fundada en 1608, la capital es una ciudad tranquila con medio millón de habitantes. Visitar la zona antigua de Old Quebec es un deber. Un lugar anacrónico y bello en el que integrarse en esta sociedad tan particular y amante de su tierra.
Si se quiere pasear, el Parque de los Campos de Batalla es el lugar perfecto. Una cuidada zona por la que distraerse y relajarse a la vez que se aprende historia sobre una de las batallas más importantes que acontecieron en la provincia.
Tadoussac, otra oferta turística
La costa de Quebec también ofrece la posibilidad de disfrutar de otra clase de turismo. En estas frías aguas se pueden visitar las preciosas ballenas de la zona, realizar pesca y, ante todo, descansar del ruido y la población. Es una población pequeña pero con plazas hoteleras suficientes para alojar a los turistas, un lugar donde uno sentirá que está en fuera del estrés, con un ritmo natural más calmado.