20 Feb · Marketing · No Comments
La Riviera Maya es un lugar conocido por todos. Quizá la zona más turística de todo México, la que rodea el Mar Caribe, con larguísima playas de ensueño y aguas transparentes y caldeadas que tanto gustan a los turistas que van a descansar allí. Pero os recomendamos que no os quedéis en el hotel, la Riviera Maya tiene tesoros a descubrir.
Las ruinas de Chichen Itzá están consideradas una de las nuevas 7 maravillas del mundo y son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue una gran ciudad maya y entre tantos edificios, se puede encontra la Pirámide de Kukulkán, el observatorio astronómico o el Templo de las mil columnas. Tiene un estado de conservación bastante óptimo y es parte indispensable para entender una de las culturas más fascinantes de la historia.
Esta es la única ciudad Maya que puede encontrarse en las orillas del Mar Caribe. No es una gran ciudad, pero está entre los tres destinos arqueológicos más visitados del país. Y no es para menos, el contraste entre las ruinas, la playa y el mar es espectacular. Situada en un acantilado, también tiene acceso a una zona boscosa. Se cree que fue un punto de vital estrategia comercial para los mayas. Muchos visitantes aprovechan el viaje y tras visitar Tulum deciden bañarse en la playa.
Los cenotes son grutas inundadas a las que llega la luz solar y se transforman en piscinas subterráneas naturales. En la Riviera Maya hay más de 6.000 cenotes. Son lugares de gran vistosidad en los que se puede nadar y practicar buceo y que la mayoría tienen acceso muy sencillo para el visitante. No es complicado encontrar una guía con los más interesantes en las cercanías de donde nos alojemos. Las aguas cristalinas con la luz solar entrando por la parte superior de la gruta… Son lugares mágicos.