29 Ago · Marketing · No Comments

El Camino de Santiago en bicicleta.

Realizar el Camino de Santiago es una de las grandes ambiciones de muchos. Poder disfrutar del inigualable ambiente con otros peregrinos, asombrarse con los estupendos y cuidados paisajes o cumplir una promesa son algunas de las motivaciones que empujan a muchos a ponerse la mochila a la espalda y realizarlo. Desgraciadamente, existe un problema de tiempo que impide a algunas personas realizarlo. Los días que hacen falta son complicados de arañar de la vida laboral y familiar. Para todos ellos se abre otra opción: recorrerlo en bicicleta.

Un tercio de tiempo

shutterstock_116226094En bicicleta se puede realizar en mucho menos tiempo y alargar hasta tres veces cada etapa. Esto reducirá en mucho el tiempo necesario para llegar a Santiago. Los caminos para peregrinos suelen estar habilitados para el tránsito en bicicleta, aunque es necesario extremar las precauciones y no molestas a los grupos de viandantes que en ocasiones ocupan todo el camino. Además, los albergues tienen espacio para dejar las bicicletas por las noches.

Este modo de recorrerlo suele ser mucho más ágil y divertido para muchos, aunque también hay quien dice que quita la esencia del camino e impide un disfrute en su totalidad.

La seguridad es primordial

shutterstock_234040585En muchas ocasiones es mejor no gastar demasiado dinero en una gran bicicleta, al final vamos a pasear, no a competir, y hacerlo en extremar las medidas de seguridad. Un casco adecuado, que vaya acorde con el clima de la época en la que se va a realizar el viaje, será necesario. También piezas reflectantes que avisen a los vehículos de nuestro paso en caso de madrugar demasiado o encontrar días muy nublados. También es importante que los equipajes vayan muy bien amarrados y que se vaya con guantes de calidad que protejan de sarpullidos, ampollas o roces.

Llevar una ruta pensada y seguirla

Uno de los grandes peligros de la bicicleta en este camino es que el peregrino se crezca ante la facilidad de hacerla en bicicleta y decida alargar demasiado las etapas. Para evitar esto lo mejor es hacer un calendario y seguirlo a rajatabla. Lo más probable es que si solo ocupa la mente del peregrino el hacer los máximos kilómetros posibles, seguramente se arrepentirá de no haber disfrutado otras cosas más importantes del Camino de Santiago. Hay que ser conscientes de dónde estamos, la cantidad de gente que lo recorre y cuál es la motivación de cada uno; y disfrutarlo en lo posible, por supuesto.

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