La capital alemana es el reflejo de la historia del siglo XX. En sus calles se puede ver la historia de las grandes ciudades, el arte, las guerras, los rastros del comunismo y los grandes avances del siglo. Paseando por la ciudad se puede encontrar toda clase de edificios, monumentos, museos y antigüedades, ¿Pero que debemos ver si solo vamos un día? Os proponemos un plan gratuito que se puede hacer a pie y sin gastar un euro.
En una sola mañana por el centro y a pie, se pueden ver lugares de vital importancia que muestran porque Berlín es una de las ciudades más importantes de Europa. Podemos comenzar viendo los restos del antiguo muro que dividía la ciudad. En algunos puntos vigilados sigue en pie y en otros solo se encuentra la huella sobre el asfalto. De ahí se puede visitar el Monumento a los judíos de Europa asesinados, o monumento al holocausto. La impresionante obra está en medio de una plaza y merece la pena perderse por ella.
La puerta de Brandenburgo está a escasos minutos de allí y es el clásico lugar al que ir. También nos podemos acercar a Bebelplatz, antiguamente llamada Opemplatz, y visitar el lugar donde se quemaron libros durante la Segunda Guerra Mundial. Hay un monumento conmemorativo bajo el suelo. A un paseo de 20 minutos se encuentra la Columna de la Victoria, en pleno Tiegarden. Por el camino encontraremos tanques y cañones abandonados que hoy sirven de monumento y recuerdo del infausto conflicto. Los parques de Berlín son muy interesantes y grandes para ver.
Si todavía disponemos de tiempo, podemos acercarnos al Edificio del Reichstag. Puede que haya cola para entrar, pero el edificio y la cúpula de vidrio realizada por Norman Foster es de gran belleza. A pesar de las colas y las medidas de seguridad, es de entrada gratuita y un lugar único para ver. El parlamento berlinés es un edificio de orgullo para todos sus habitantes.
En una ciudad tan cosmopolita y viva como Berlín, también encontraremos planes para realizar aunque vaya oscureciendo. A última hora podremos acercarnos al Checkpoint Charlie o incluso acercarnos al lado este de la ciudad, o al aparcamiento construido sobre el búnker donde se suicido Hitler. Y a la noche, tras un agotador y aprovechado día, buscar un bar donde tomar una estupenda cerveza alemana.