No hace falta irse demasiado lejos para disfrutar de territorios vírgenes y darse un chapuzón en un paisaje espectacular. Es el caso de las playas escondidas que os vamos a recomendar hoy. Aunque lo malo de hablar de estas cosas en los blogs es que luego todo el mundo quiere visitarlas y de paraíso nada de nada.

Espero que no vayáis todos de golpe y que si os decidís a visitarlas colaboréis en el mantenimiento del lugar. Prohibido romper nada, llevarse piedras o dejar recuerdos en forma de bolsas de plástico, latas de cerveza, colillas de cigarros y demás souvenirs que dejamos los turistas en las montañas.

El Charco Azul

Está en Canarias, concretamente en Lanzarote. Deberás dirigirte a la Playa Blanca, y andar en dirección a las Salinas, otra playa. A lo largo de la costa encontrarás calas más o menos cerradas que casi forman piscinas. La que te comentamos y mostramos en las fotos está horadada en la montaña y cuenta con una entrada o ventana natural que hace de esta piscina salada natural un placer para los sentidos.

Te sentirás como en alguna película, se me ocurre El Lago Azul, aquella donde una joven Brook Shields naufragaba, seguro que la recuerdas.

Cala Bramant

Esta es espectacular, si no la conoces es difícil de encontrar pues queda escondida de la vista por muchas rocas. Está en la población de Llançà en Girona, muy cerca de Cap Ras. Desde Llançà, sales hacia el norte y justo antes de llegar a Cap Ras encuentras la Cala Bramant. Como puedes ver en las imágenes cuenta con una pequeña playa y está totalmente protegida de miradas gracias a las paredes de roca que la rodean. Lo ideal es llegar a ella en barca por lo que es una cala muy poco conocida y bastante íntima.

La encontrarás en el norte, en Asturias. Es una playa ubicada arriba de una montaña. No siempre tiene agua ya que depende de la marea. Tendrás que acudir a Ribadesella y dirigirte hacia Llanes, en la localidad de Naves encontrarás un sendero que llega hasta la playa si quieres pasar un rato tranquilo en su arena. Fue declarada Patrimonio Natural y es un lugar protegido pero el baño está permitido siempre y cuando no sea temporada alta, se quiere evitar al máximo la acumulación de turistas. El camino desde Naves se puede hacer en coche, pero deberás dejarlo antes de llegar a la playa y hacer el resto del recorrido andando. Otra opción es dar un paseo desde la playa de San Antolín, en Niembro y subir por el sendero de la montaña.

El agua llega a la playa a través de un túnel en la montaña y podrás escuchar el peculiar ruido que hace cuando pasa bajo las rocas, los asturianos les llaman Bufones.

Hay muchos más rincones como estos por toda la costa, así que te animamos a descubrirlos, visitarlos y marcharse sin dejar huella. Pero si vives lejos de la costa y no puedes disfrutar de la playa te animamos a buscar pozas en los ríos de montaña.