Sant Martí d’Escalarre © Jordi Chueca

¿Has pensado en ir a pasar un fin de semana de excursión a la montaña? Puedes aprovechar que todavía estarán nevadas para hacer unas bajadas en trineo o incluso ir a esquiar. El resto del día podrás aprovechar para visitar algunas de las iglesias románicas del Pirineo ya que si vas a estar en la zona, la visita al arte románico del Pirineo catalán es casi obligada.

El románico nace en Europa en la Edad Media, concretamente en Italia, en la zona de la Lombardía, y  es una evolución del modo de construir romano fusionado con las tendencias más orientales que llegaban gracias a los viajeros y a maestros de obras formados en el lejano oriente.

Este modo de construcción avanza rápidamente y se acompaña en muchas ocasiones de otras artes como la pintura. Las iglesias románicas presentan todas una planta muy similar, con forma de cruz, bóveda de cañón y al final de la nave se encuentra el ábside. Lo puedes ver claramente en la foto superior.

En un solo fin de semana no vas a poderlo ver todo, los Pirineos ofrecen al viajero muchas experiencias distintas, sea cual sea la época del año en la que los visitas. En invierno lo más habitual son los deportes de nieve, así que si eres un apasionado de este deporte aprovecha para hacer la escapada y visitar algunos de los pueblos con construcciones románicas. Las vistas son espectaculares. En los Pirineos podrás ver grandes paisajes, como decía, en cualquier momento del año. En invierno verás las montañas blancas, pero si lo visitas en otoño o en primavera la explosión de color hace que las fotos sean totalmente distintas.

Centrándonos en el arte románico no podemos dejar de destacar «la vall de Bohí», donde encontrarás casi una decena de iglesias románicas en perfecto estado de conservación.

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El románico del Valle de Bohí

Esta zona merece especial atención ya que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El Valle de Bohí está situado en la provincia de Lleida (Lérida) en la comarca de la Alta Ribagorça (Alta Ribagorza) y sólo en esta zona podrás visitar nueve iglesias románicas. Muchas de ellas contaban con frescos que fueron trasladados al Museo Nacional de Arte de Cataluña, pero podrás ver las réplicas que han colocado en su lugar.

Empezaremos destacando Sant Climent y Santa María de Tahull, puede que las más conocidas y por lo que puede que hayas oído hablar de la zona como Bohí-Tahull.

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Sant Climent de Taüll destaca por su alto campanario, como puedes ver en la foto que acompaña estas líneas. Además de Santa Maria y Sant Climent, podrás ver en la misma zona otras iglesias espectaculares y perfectamente conservadas: Sant Feliu de Barruera, San Juan de Bohí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, Ermita de Sant Quirze, la Natividad de Durro, Santa María de Cardet y Santa María del Coll.

La geografía y el paisaje son espectaculares y si te gusta la gastronomía estás de suerte ya que podrás disfrutar de platos típicos de la zona como las setas en otoño, la carne a la brasa en alguna de sus masias tradicionales o las patatas «al caliu», en el pirineu catalán a las patatas las llaman «trumfos» y merece la pena que las pruebes, se cultivan en altura y su consistencia y sabor son distintos de otras, sobretodo si las cocinan con leña.